Autismo

Definición, epidemiología y etiopatogenia

El concepto trastorno del espectro autista (TEA) incluye un grupo de alteraciones de origen neurobiológico que comparten un núcleo de sintomatología clínica común (alteración de las competencias sociales, de lenguaje y comunicativas, y de las habilidades para la simbolización y la flexibilidad) pero que se manifiestan con gran variabilidad de expresiones y conductas.

El autismo no es, por tanto, una categoría única sino un continuo en el que se incluyen personas cuyos síntomas son muy diferentes tanto  cualitativa como cuantitativamente (niveles de gravedad). Este concepto de heterogeneidad es muy importante a la hora de abordar las estrategias terapéuticas que exigen una valoración individualizada de las necesidades de cada persona con autismo.

Las dos categorías de síntomas que definen y sirven de diagnóstico de TEA son:

  • Deficiencias en la comunicación social: donde se incluyen los …….problemas sociales y de la comunicación.
  • Comportamientos restringidos y repetitivos.

Los síntomas están presentes desde la infancia temprana aunque pueden no manifestarse plenamente hasta que las limitaciones de las capacidades impiden la respuesta a las exigencias sociales.

Las alteraciones del autismo son permanentes pero el diagnóstico precoz y la intervención psicoeducativa especializada con la intensidad necesaria mejoran muy significativamente el pronóstico y la calidad de vida de las personas con TEA puesto que les permiten adquirir las habilidades de comunicación y relación social que favorece un mayor grado de autonomía personal.

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Respecto a la epidemiología, los datos de prevalencia varían según los criterios diagnósticos utilizados (por eso la última revisión del DSM, Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría, ha simplificado los criterios diagnósticos y ha prescindido de ciertas clasificaciones que pueden originar disparidad en la definición de caso). Se estima que el TEA afecta a 1 de cada 150 niños en edad escolar. La impresión general de un aumento de la prevalencia se está investigando dada la importancia tanto de los factores etiopatogénicos como de los avances en el diagnóstico.

El TEA afecta a todas las razas, etnias y grupos socioeconómicos. Es de 4 a 5 veces más frecuente en la población masculina que en la femenina.

Las causas del TEA  se desconocen si bien la comunidad científica está de acuerdo en la no existencia de una causa biológica única sino en una etiología multifactorial en la que participan factores genéticos, neurológicos, inmunológicos, perinatales y bioquímicos determinantes de su patogénesis.